martes, 26 de febrero de 2013

Disparen sobre Spielberg




Querido Steven,

Parece que la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas está empeñada en darte lecciones de humildad. Ante cada buena película tuya (casi todas, a decir verdad), te entregan el dulce en forma de chiquicientas nominaciones y después intentar humillarte públicamente dándote uno o dos Óscares (o ninguno como aquella infausta noche de El color púrpura).

Esta vez ni indirectamente te premiaron por completo, sólo a medias. Vos reconociste a los cuatro vientos que Lincoln se asienta en dos columnas: en el actor protagónico y en el guión. A Daniel Day Lewis sí le dieron su Óscar, bueno, era imposible no reconocerle una de las actuaciones más deslumbrantes de la historia del cine, pero a tu guionista, el gran Tony Kushner lo dejaron con las manos vacías.

Más allá de la apabullante labor del londinense (que tuvo la suerte de enamorar allá lejos y hace tiempo a ¡Isabelle Adjani!), no puedo dejar de preguntarme como hubiera sido la peli con tu primera elección para el protagónico, o sea, Liam Neeson. Neeson me cae mejor y es también un buen actor, aunque, ahora, seamos prácticos y sinceros, toda especulación es inútil porque Danielito se subió al superlativo y a esas alturas no hay piedra que llegue. Day Lewis no me termina de llenar, pero su mamá sí. Cuenta Danielito que a su mamá sus rodajes y sus compañeros de trabajo le importaron siempre un comino, pero que cuando filmó Nine, lo llamaba todos los días para preguntarle cómo era trabajar con Sophia Loren, cómo se comportaba en el set, si llegaba tarde, si tropezaba con sus líneas,  si le molestaban las retomas, si era muy meticulosa con la luz y el maquillaje, si era tan hermosa como se la veía en la pantalla, etc. Curiosidades más que comprensibles, para los que la hemos conocido en su esplendor, la Loren es un mito irrepetible. El otro día aproveché un par de horas libres que tenía mientras esperaba que me llegara una traducción horrible y me puse a rever Una giornata particolare, Mamma mia, ¡qué actriz más bella, por fuera y por dentro!

Retomo, a Danielito lo premiaron, pero a Tony Kushner lo robaron. El guión de Argo es bueno, pero tampoco para tirar manteca al techo. Kushner en Lincoln maneja más de 100 personajes y desarrolla magistralmente la trama y los conflictos. ¿Lo habrán castigado por el supuesto “error histórico” de cambiarle el voto en el pasaje de la enmienda a dos de los representantes de Connecticut? Digo bien “supuesto” porque lo hizo para crear suspenso en la escena y era obvio que lo hacía adrede puesto que les cambió los nombres para alejarlos de toda referencia real. Si fue por eso, es una vergüenza. Como dicen los críticos ingleses cuando empiezan a joder con que las obras de Shakespeare guardan poca fidelidad histórica: Si quieren historia vayan a la biblioteca.

No sé como vivís que te ninguneen en las entregas de premios, espero que con humor. No te lo tomes en serio, por favor. Tu obra tiene más entidad que toda la Academia junta. No quiero dar títulos porque te incomodaría, pero vos y yo sabemos que premiaron cada cosa…

Los premios pasan, pero las obras perduran. El mundo sigue cantando New York, New York y ya nadie se acuerda de que ni siquiera la nominaron para Mejor Canción.

Con toda mi admiración y mi gratitud,
Gustavo

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