viernes, 25 de abril de 2014

Ben-Hur es como los laureles... eterno




Durante semana santa decido estar disponible para hacer traducciones. Me arrepiento de inmediato. Me toca el detrás de escena de una nueva serie cómica australiana que se usará como tráiler. Los gags visuales son malos y el humor verbal es localista. El trabajo no consiste en traducir literalmente lo que oímos y vemos sino allanarlo para que sea universal, sin cambiar demasiado los tópicos sobre los que se basan los chistes. No sé, es como intentar traducir el humor de Sin codificar para que sea entendido en Islandia. Un auténtico trabajo de esclavo, encima contrarreloj. Y por la misma paga miserable de siempre. Me siento como un torpe al que le encargaron un trabajo de orfebre para que lo haga a la velocidad del rayo. Son 500 subtítulos, que en tiempo subjetivo equivalen a 5.000.000. El trabajo de investigación en sí consume el período otorgado para entregarlos. Porque primero es necesario saber de qué se supone que se ríen para poder verterlo a algo legible. Odio cada segundo que le dedico. Quedo de mal humor y con dolor de cabeza. Encima me comunican que el trabajo que haré a continuación no llegará a término, que hay una probable demora de unas doce horas y que con pesar en el alma, no nos podrán modificar la fecha de entrega. Lo que significa que tendré que trabajar toda la noche. Intento dormir una siesta, pero no me sale. Mantengo a raya mis problemas de insomnio con la vieja cura de la regularidad de los horarios. Y no puedo cambiarla a voluntad. O sea que volveré a dormir dentro de un día y medio, porque si después de entregar el trabajo que me tomó toda la noche, me acuesto en medio del día, no volveré a dormir quien sabe cuándo otra vez. El silencio de mis vecinos me indica que disfrutan de su tiempo libre. Muto la autocompasión por el odio, y repito la frase de Nerón: Ojalá la humanidad tuviera una sola cabeza… para poder cortársela. Envidio a Perrito con todo mi ser, porque le basta con apoyar la cabeza para ponerse a roncar. Es más, ahora me mira molesto, como si dijera: ¿por qué volver a la computadora en vez de estar así, mullidos en la cama?


En un foro del que soy miembro piden que suban películas “de semana santa”, como Los diez mandamientos, Ben-Hur o La más grande historia jamás contada. Alguien, en respuesta, subió Ben-Hur. La bajo y me pongo a verla. La copia es excelente y me llevo una gran sorpresa. No solo no ha envejecido sino que es mejor y más atrapante que cualquier tanque pochoclero semanal. Y miren que me la sé de memoria, casi. Si anda por el cable, véanla otra vez. No perderán tres horas, las ganarán. No hay nada qué hacerle. Las historias bien contadas son eternas. Y curan el mal de amores, las desgracias laborales y hasta el más acérrimo de los malos humores.

jueves, 17 de abril de 2014

Una hora más con vos... siempre



Catherine Deneuve hasta la fecha ha participado en 119 películas, ha recibido 27 premios y ha estado nominada para otros 16 de los que se retiró sin lauro, incluida una nominación para el Óscar en 1992 por Indochina de Régis Wargnier. Ha trabajado con todo director que cuenta (o no) en el universo cinematográfico, para no apabullar mencionaremos solo los very best, tales como Luis Buñuel, Roman Polanski o François Truffaut. Ha sido la “damita joven” (o no tanto) de Jean-Paul Belmondo, Marcello Mastroianni, Jack Lemmon, Gerard Depardieu, Robert De Niro, Gene Kelly, Gene Hackman, Alain Delon, entre muchos otros, misceláneos inclusive como Terence Hill. A los 70 años sigue tan bella como el primer día y no es que haya luchado para permanecer incólume como Nacha Guevara, no, que su cuerpo y su rostro registran los vaivenes del tiempo. Con una ventaja, si todos con los años nos ponemos más lindos o más feos de cuando éramos jóvenes, ella sigue reflejando la misma belleza de sus principios. ¿Luminosidad interior? ¿Genética privilegiada? ¿Buenas operaciones estéticas? Un poco de cada cosa, quizá. Como sea puede pararse con nobleza al lado de un retrato de juventud sin que sintamos el aguijón de los estragos de los años.


Ella ya andaba por las pantallas cuando comencé a ver cine, y me alegra de que todavía ande cuando yo aún no pierdo las ganas de ver cine. De algún modo nos mantenemos fieles. Yo soy uno más de sus tantos admiradores, y ella es una más de las diosas de mi Olimpo privado. Ella no es celosa (¿cómo podría? si hasta ha besado y etcétera a una de las partenaires de mi Olimpo, a la mismísima Susan Sarandon) y yo tampoco (¿cómo  podría? si como todo cinéfilo tengo mi propio harén de estrellas).


La edad nos ha asentado, nos ha vuelto compinches. Ella sigue y yo también. Las nieves del tiempo nos habrán plateado las sienes, atenuado algunos ardores, pero no nos apagaron el deseo.

martes, 15 de abril de 2014

Hay momentos




Yentl es una película musical estadounidense dirigida, protagonizada y coproducida por Barbra Streisand, que se estrenó el 18 de noviembre de 1983. Está basada en la obra teatral homónima de Leah Napolin que a su vez se basa en el cuento Yentl the yeshiva boy (Yentl, el chico de la Yeshivá) de Isaac Bashevis Singer.

Yentl es una muchacha judía que vive con su anciano padre, el rabino de un pueblo en la Europa Oriental de principios del siglo XX. Yentl está muy interesada en los estudios pero en su época la educación superior está vetada a las mujeres, aunque su padre le permite estudiar las escrituras a escondidas. Cuando su padre muere repentinamente, Yentl tiene la ocurrencia de cortarse los cabellos y vestirse de chico para irse a estudiar a una escuela talmúdica. (Fuente: Wikipedia)

Yentl se ha convertido en el símbolo de los que quieren estudiar y aprender más allá de todas las dificultades.
Y ese anhelo por aprender se expresa en esta canción:





There are moments you remember all your life.
Hay momentos que recuerdas toda tu vida
There are moments you wait for
Hay momentos que esperas
And dream of all your life.
Y con los que sueñas toda tu vida
This is one of those moments.
Éste es uno de esos momentos
I will always remember this chair,
Siempre recordaré esta silla
That window, the way the light streams in.
Esa ventana, la manera en que se cuela la luz.
The clothes I'm wearing,
La ropa que llevo puesta
The words I'm hearing,
Las palabras que oigo
The face I'm seeing,
La cara que miro
The feeling I'm feeling,
Lo que ahora siento
The smell, the sounds
Los olores, los sonidos
Will be written on my mind,
Se quedarán en mi mente
Will be written in my heart
Se quedarán en mi corazón
As long as I live!
Mientras viva
I can travel the past and take what I need
Puedo viajar al pasado y tomar lo que necesito
To see me through the years
Para verme a través de los años
What my father learned
Lo que mi padre aprendió
And his father before him will be there
Y su padre antes de él estará allí
For my eyes and ears.
Ante mis ojos y mis oídos.
I can walk through the forests
Puedo caminar por los bosques
Of the trees of knowledge
De los árboles del conocimiento
And listen to the lessons of the leaves.
Y escuchar las lecciones de sus hojas.
I can enter rooms
Puedo entrar a habitaciones
Where there are rooms within rooms
Donde hay habitaciones dentro de otras
Wrapped in the shawl that learning weaves.
Cobijadas por el chal que teje el aprendizaje.
I remember, Papa, everything you taught me
Me acuerdo, papá, de todo lo que me enseñaste
What you gave me, Papa,
Lo que me diste, papá
Look at what it's brought me
Mira lo que me trajo
There are certain things that once you have
Hay ciertas cosas que una vez que son tuyas
No man can take away-
Ningún hombre puede quitar
No wave can wash away-
Ninguna ola, llevar
No wind can blow away-
Ningún viento, doblegar
And now they're about to be mine!
Y ahora van a ser mías
No tide can turn away-
Ninguna marea, arrastrar
No fire can burn away-
Ningún fuego, devastar
No time can wear away...
Ni el tiempo desvanecer
I can open doors and take from the shelves
Puedo abrir puertas y tomar de los estantes
All the books I've longed to hold
Todos los libros que anhelé sostener
I can ask all the questions,
Puedo hacer todas las preguntas
The whys and the wheres
Los porqués y los dóndes
As the mysteries of life unfold
Mientras los misterios de la vida se develan
Like a link in a chain
Como un eslabón en una cadena
From the past to the future
Del pasado al futuro
That joins me with the children yet to be,
Que me une con los hijos que vendrán
I can now be a part
Ahora puedo ser parte
Of the ongoing stream,
De un arroyo que fluye
That has always been a part of me!
Y que siempre estuvo en mí
There are certain things that once you have
Hay ciertas cosas que una vez que son tuyas
No man can take away-
Ningún hombre puede quitar
No wave can wash away-
Ninguna ola, llevar
No wind can blow away-
Ningún viento, doblegar
No tide can turn away-
Ninguna marea, arrastrar
No fire can burn away-
Ningún fuego, devastar
No time can wear away-
Ni el tiempo desvanecer
And now they're about to be mine!
Y ahora van a ser mías
There are moments you remember all your life.
Hay momentos que recuerdas toda tu vida
There are moments you wait for
Hay momentos que esperas
And dream of all your life.
Y con los que sueñas toda tu vida
This is one of those moments!
Éste es uno de esos momentos

Música: Michel Legrand
Letra: Marilyn y Alan Bergman
Traducción/traición: Gustavo Monteros