miércoles, 30 de mayo de 2012

Cosas que me gustaría haber visto

o que desearía hubiera algún registro. En 1960, en la serie de especiales Hallmark Hall of Fame hicieron La conversión del capitán Brassbound de George Bernard Shaw, mi autor teatral favorito, después de Shakespeare (en mi apreciación me parecen que empatan, pero si no pongo primero a Willy, se ofende), con ¡Greer Garson! como Lady Cicely y un joven Christopher Plummer como Brassbound, y como si esos dos fueran poco, con un principiante Robert Redford como uno de los bandidos. Pavada de elenco.

Ya no las hacen así II



La película es Star! (1968) de Robert Wise
La canción es The saga of Jenny
La letra es de Ira Gershwin
La música es de KURT WEILL
Los arreglos musicales son de Lennie Hayton
La coreografía es de Michael Kidd
La escenografía es de Boris Leven
La actriz, cantante y bailarina es Julie Andrews, claro, ¿quién más podría hacer todo eso sin despeinarse?

lunes, 28 de mayo de 2012

¿Cómo?

-¿Cómo? ¿Faltan 17 días hábiles para el próximo feriado? ¿Cómo vamos a hacer para llegar vivos?
-Como siempre, perro, de a un día por vez, de a una hora por vez,
de a un castigo por vez...

Conclusión: No sólo el champán se toma de a sorbitos, el mal trago también.

Fue otro capítulo de Zen al paso

jueves, 24 de mayo de 2012

martes, 22 de mayo de 2012

Children will listen





La representación teatral es un arte efímero. Chocolate por la noticia. Ninguna función es igual a otra. Chocolate por la noticia, bis. Se ensaya para cimentar el trabajo actoral y mantenerlo más o menos incólume a las contingencias cotidianas.

Cuenta la inmensa Maggie Smith que años atrás hacía una obra en Los Ángeles. Sus hijos, pequeños por entonces, pasaban las vacaciones con ella. Una tarde volvían a casa después de una función. Manejaba la niñera, Maggie iba a su lado y los chicos, sentados atrás. Toby, de cinco años, le preguntó a su hermano: ¿Qué le pasa a mamá? Y Chris, de siete, le contestó: Nada, es una matinée, a la noche le saldrá mejor. Maggie se quedó de una pieza y dijo para sí: Dios mío, se dan cuenta.

Y sí, querida Maggie, por ser hijos de actores y haberse criado en teatros y sets, a esa corta edad sabían más de interpretación que Stanislavsky en toda su vida.

Conclusión: Un padre puede venderle zaraza a toda la humanidad, menos a un hijo perspicaz.

Fue otro capítulo de Zen al paso
(En las fotos, Maggie, su esposo por entonces y padre de sus hijos, el actor Robert Stephens y los niños, Chris y Toby)

sábado, 19 de mayo de 2012

¡Encerraron a Michael Caine!


Michael Caine está filmando en este momento Now you see con Morgan Freeman, Isla Fisher, Mark Ruffalo, Jesse Eisenberg y Woody Harrelson entre otros notables.

Hace unos días filmaban en un teatro fuera de uso en Louisiana. O sea no en un estudio, sino en una locación. La aclaración es importante.

El querido Michael, después de filmar una escena, fue al camarín de pruebas, el lugar en que se hacen pruebas de vestuario, a dormir una siesta. La cuestión es que se durmió profundamente. Cuando despertó, descubrió que estaba encerrado y sin luz. Como no tiene un asistente personal en esta película, la producción creyó que se había vuelto al hotel. Y no bien terminaron, cerraron todo y se fueron.

El pobre Michael, repuesto después de su siesta, comenzó a desgañitarse y aporrear la puerta sin éxito. Su celular estaba en el tráiler. Conclusión: pasó toda la noche encerrado y sin luz. Como estaban en locación y se alojaba en un hotel, solo, sin amigos ni parientes, nadie lo echó de menos. A la madrugada, por pura casualidad (si no tendría que haber esperado hasta el mediodía en que se retomaba la filmación), un carpintero que había ido a buscar unas herramientas que se había olvidado y que necesitaba para otro trabajo, lo oyó y lo rescató.

Las viejas estrellas, que ya están de vuelta hasta del ego, suelen no pedir asistentes personales, personas dedicadas a sobarte el lomo, traerte café, comprarte cigarrillos, pasearte el perro, contestar tu teléfono, etc. Si Michael hubiera tenido uno/a en esta película, no hubiera pasado por esta experiencia.

Moraleja: la modestia y la sencillez son virtudes encomiables, pero no siempre…

Fue otro capítulo de Zen al paso
(Parece que el bueno de Michael no ronca, a mí me hubieran oído. Cuando duermo, abro un aserradero.)

Mi corazón eglógico y sencillo



no se ha despertado grillo esta mañana... Se despertó ¡Shostakovich! (La tuba cerca del final me mata)

jueves, 10 de mayo de 2012

martes, 8 de mayo de 2012

miércoles, 2 de mayo de 2012

Ah...



y festejé el Primero de Mayo con Susan Egan en el Astral.

Un héroe

de perfil. Han Solo.

Después de la caída


Después de cuatro días de libertad y deleite, llegamos en caída libre a nuestra realidad cotidiana. El golpe es durísimo. Nos sacudimos la ropa, corroboramos que no tenemos huesos rotos y recitamos del revés nuestro número de documento para comprobar que el daño psíquico no es irreversible. Procuramos no acordarnos de lo terrible que son nuestras condiciones de trabajo. ¿Para qué recitar otra vez lo que sabemos de memoria? Hacemos pie en lo positivo. Estamos bien descansados y nadie nos puede quitar lo disfrutado. Suspiramos y aunque por costumbre nos quede la sensación de que es lunes, nos pellizcamos y nos decimos que es miércoles, que en un par de días seremos libres otra vez. Y claro, comenzamos a contar los días que faltan para el 25. El trabajo es una condena y los feriados, las vacaciones y los paros son breves períodos de libertad condicional que hay que ansiar y disfrutar. En definitiva siempre hay que sobrevivir lo que no podemos cambiar.
Fue otro capítulo de Zen al paso. No deje de sintonizarnos.