lunes, 3 de octubre de 2011

Lluvia constante

Ayer vimos Lluvia constante, la obra de Keith Huff en la que Daniel Craig y Hugh Jackman la juntaron con pala en Broadway. En esta versión, Joaquín Furriel hace el papel que hacía Craig y Rodrigo de la Serna, el de Jackman. No es una obra de teatro en el sentido estricto, no progresa a través del desarrollo de conflictos. No, es más bien un relato policial contado a dos voces. Sombrío, sangriento, y por momentos, apasionante. Furriel es un muchacho con mucha suerte y una dicción enclenque que me hacía temer que me fuera a perder información clave en algún giro del relato, temor en vano porque por suerte no pasó. Rodrigo de la Serna hace un inolvidable desparramo de talento. Impredecible, explosivo, histriónico. Un lujo verlo. A pesar de la fuerte presencia actoral, como en Baraka, la verdadera estrella de la velada es el director, Javier Daulte, uno de nuestros más brillantes dramaturgos. Aquí le da una bienvenida teatralidad a un texto que es más una novela corta que una obra de teatro.

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