Amor de tarde
Letra:
Mario Benedetti
Música:
Alberto Favero
Es
una lástima que no estés conmigo
Cuando
miro el reloj y son las cuatro
Y
acabo la planilla y pienso diez minutos
Y
estiro los brazos como todas las tardes
Y
hago así con los hombros para aflojar la espalda
Y
me doblo los dedos y les saco mentiras.
Es
una lástima que no estés conmigo
Cuando
miro el reloj y son las cinco
Una
lástima aunque estés a diez metros
Mientras
soy la manija que calcula intereses
O
dos manos que saltan sobre cuarenta teclas
O
alguien que hace cifras y les saca verdades.
Es
una lástima que no estés conmigo
Cuando
miro el reloj y son las seis.
Podrías
acercarte de sorpresa
Y
decirme "¿Qué tal?", y quedaríamos
Vos,
con la mancha roja de mis labios
Yo,
con el tizne azul de tu carbónico.
Es una lástima que no estés conmigo...
Antes y después
Letra y Música: Jorge Schussheim
Mi
mundo dentro, dentro del tuyo
y
mi amor todo junto a la vez.
Un
cigarrillo antes a medias
y
un cigarrillo a medias después.
Te
quiero dos, te quiero tres,
te
quiero cuatro y mañana diez,
te
quiero bien, te quiero cien,
te
quiero tanto y mañana también.
Sos
una flor, sos un clavel,
sos
un dibujo pintado en papel,
sos
lo que sos, sos sin porqué,
sos
un cometa celeste pastel
Mi
mundo dentro, dentro del tuyo
y
mi amor todo junto a la vez.
Un
cigarrillo antes a medias
y
un cigarrillo a medias después.
Te
quiero seis, te quiero diez,
te
quiero doce y vos lo sabes,
te
quiero igual o más que ayer,
te
quiero tanto que no sé que hacer.
Hoy
te quedás, ya no te vas,
te
quiero como no quise jamás
y
te preciso y me necesitás,
hoy
nos amamos solos y en paz.
Mi
mundo dentro, dentro del tuyo
y
mi amor todo junto a la vez.
Un
cigarrillo antes a medias
y un cigarrillo a medias después.Letra: Horacio Ferrer
Música: Astor Piazzolla
Te
quiero, quiero, que te quiero, che.
Te
quiero, quiero, que te quiero, che.
Cuidado
que en la calle
cualquiera
en que te encuentre,
te
haré un amor antiguo,
lindísimo,
insolente.
Y
allí te asaltará
mi
beso principal,
igual
que el primer beso
en
la primera ciudad.
Cuando
te encuentre,
los
municipales que pintan
las
rayas blancas y amarillas
en
el asfalto, sin saber por qué
llenarán
todas las calles de Te Quieros.
Y
la gente, como por un raro instinto,
quemará
en el medio de las plazas
todos
los libros que no dicen Te Quiero.
Te
quiero, quiero, que te quiero, che.
Te
quiero, quiero, que te quiero, che.
Armados
de un abrazo
y
un beso inmemoriales,
qué
escándalo seremos,
qué
dos barbaridades,
queriéndonos
querer,
vos
hombre y yo mujer,
igual
que el primer hombre
y
la primera mujer.
Cuando
te encuentre
voy
a salir al escenario del Colón,
y
en medio de una función de gala
cantaré
un Te Quiero
del
tamaño de una ópera,
y
desde el río hasta Liniers,
las
chimeneas serán los tubos
de
un armonium delirante
que
tocará Te Quiero.
Te
quiero, quiero, que te quiero, che.
Te
quiero, quiero, que te quiero, che.
Ya
tengo a tus dos manos
tuteando
a mis caderas:
yo
quiero quedar toda
fecunda
de poetas,
un
pueblo voy a ser,
¡qué
amor que te daré!
Habrá
primero un trago
y
un cigarrillo después.
Cuando
te encuentre,
me
convertiré en un alegre
terrorista
de Te Quieros,
para
que tiemblen los que no aman.
Y
en nuestro primer abrazo
ya
empezarán a abrazarse también,
los
dos últimos enamorados
que
habitarán la tierra,
y
que un día melancólico y por venir
se
dirán: Te Quiero.
Te
quiero, quiero, que te quiero, che.
Te
quiero, quiero, que te quiero, che.
Mi
blusa y tu camisa
volando
en una escoba,
harán
un ejercicio
celeste
de palomas,
queriéndose
querer,
peleando
por querer
igual
que el primer hombre
y
la primera mujer.
Te
quiero, quiero, que te quiero, che.
Te
quiero, quiero, que te quiero, che.