viernes, 12 de julio de 2024

Canciones que cuentan una historia - Hoy: El tango de la Menegilda


¡Pobre chica, la que tiene que servir!
Más valiera que se llegase a morir;
Porque si es que no sabe por las mañanas
Brujulear;
Aunque mil años viva
Su paradero es el hospital

 

Cuando yo vine aquí
Lo primero que a hacer aprendí
Fue a fregar, a barrer;
A guisar, a planchar y a coser;
Pero viendo que esas cosas
No me hacían prosperar;
Consulté con mi conciencia
Y al punto me dijo 'Aprende a sisar'
Aprende a sisar, aprende a sisar.'

 

 

Salí tan mañosa, que el cabo de un año
Tenía seis trajes de seda y satén
A nada que ustedes discurran un poco
Ya saben o al menos
Ya se han figurao'
De dónde saldría
Para ello el parné

 

Yo iba sola por la mañana a comprar
Y me daban seis duros para pagar:
Y de sesenta reales gastaba treinta
O un poco más
Y lo que me sobraba me lo guardaba
Un militar

 

Yo no sé como fue
Que un domingo después de comer
Yo no sé que pasó
Que mi ama a la calle me echó;
Pero al darme el señorito
La cartilla y el parné
Me decía por lo bajo:
'Te espero en Eslava tomando café.'
'Tomando café, tomando café.'

 

Después de este lance serví a un boticario
Serví a una señora que estaba muy mal;
Me vine a esa casa y aquí estoy al pelo
Pues sirvo a un abuelo
Que el pobre está lelo
Y yo soy el ama
Y punto final

 

Canción de Federico Chueca y Joaquín Valverde Durán



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