viernes, 12 de junio de 2015

Lo que deba ser, será




Cualquiera sea nuestra filosofía, religión o creencia, cuando nos conviene nos ponemos fatalistas. Hacemos algo y decimos: Que sea lo que Dios quiera. No hacemos algo y decimos: Si tiene que ser, será. La cosa es sacarnos  de encima la neurosis de tener que decidir encomendándonos a las leyes superiores que rigen los destinos. Después de todo abundan las anécdotas de Fue lo que Dios quiso o de Lo que tuvo que ser, fue.

Esto viene a cuento porque en el blog de al lado (http://cronicas-de-cine.blogspot.com.ar/) me relamo de gula con el encuentro actoral entre Juliette Binoche y Kristen Stewart en El otro lado del éxito (Clouds of Sils Maria), algo que estuvo a punto de no suceder.


Kristen Stewart era la primera elección del director/guionista Olivier Assayas, pero por una “confusión” de su agente, la producción de la  película creyó que desistía. Mia Wasikowska fue elegida para reemplazarla.


Kristen habló directamente con la producción para saber qué había pasado, le contestaron que, “confusiones” al margen,  el papel de Valentine, que le habían propuesto originalmente lo haría ahora la Wasikowska, pero que de todos modos podrían ofrecerle el papel de  Jo-Ann Ellis, que terminaría por ser interpretado por la también hipertalentosa Chloë Grace Moretz.


Kristen tenía sus dudas, quería participar en la película, pero quería hacer el papel de Valentine y no el de Jo-Ann Ellis. La historia como sabemos tuvo un final feliz: Mia Wasikowska se bajó del proyecto y la Stewart se quedó con el anhelado rol.


Nadie niega que la Wasikowska tiene lo suyo, pero actuar no se trata solo de retratar personajes sino de establecer relaciones con los compañeros y potenciar la historia que se cuenta. En el film, Juliette Binoche se complementa de maravillas con la Stewart, ¿lo habría hecho igual con la Wasikowska? Ya nunca lo sabremos, pero en vista de los resultados, no nos inquietamos mucho.


¿Habrá Kristen Stewart despedido a su agente por casi hacerle perder esta oportunidad única? Años atrás Meryl Streep despidió al suyo por hacerle perder un proyecto al alargar las negociaciones y pedir más de lo que la producción estaba dispuesta a pagarle. El proyecto era nada más ni nada menos que Lo que queda del día (James Ivory, 1993) Sin duda, Meryl habría dado una actuación superlativa, como acostumbra, pero ¿se habría relacionado con Anthony Hopkins como lo hizo la también genial Emma Thompson? Nunca lo sabremos, pero en vista de los resultados tampoco nos inquietamos demasiado.


Solo anécdotas que afianzan el fatalismo de que Lo que deba ser, será.

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