El lunes, en las zonas de la ciudad
más damnificadas por el temporal, mientras los voluntarios repartían ropas,
agua, lavandina y ayudaban a los vecinos a limpiar y recuperar lo recuperable,
los “chicos” de Cablevisión repartían las facturas del mes. No fuera cosa que
los clientes se quedaran sin pagar porque las hubieran perdido en medio del
desastre. En la categoría de villanos canallas, el grupo Clarín parece empeñado
en dejar a Ricardo III a la altura de Sor Teresa de Calcuta.
Mañana
podrán gastar fortunas para procurar vender un servicio entre malo y mediocre.
A la larga no les servirá de nada. La mierda no se perfuma.
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