viernes, 11 de enero de 2013

De astros y mortales



Los astros y las estrellas de cine son seres privilegiados que despiertan la admiración o la envidia del resto de los mortales. Les pagan una fortuna por su trabajo, se les abren todas las puertas y están exentos de las pequeñas torturas que emponzoñan al resto de los mortales, cosas tales como hacer trámites, planchar o apurarse porque cierra el súper.
 

A cambio de tales privilegios, se les pide que envejezcan bien y que luzcan siempre espléndidos. Con toda la ayuda posible, claro. Viven a dieta, pero si se cansan de comer liviano, les diseñan menús con pescados, frutas y vegetales exóticos. Hacen gimnasia, pero si se aburren les ponen un entrenador personal para que prácticamente sude por ellos.
 

Pero a veces se rebelan, no mueven un dedo, se comen hasta los manteles y cubiertos y se olvidan de los masajes capilares. Entonces se ponen viejos, gordos y pelados. El resto de los mortales sonríe con satisfacción y no los envidia tanto. Porque por un rato al menos, son gordos, viejos y pelados… como nosotros.
 

Jude Law un verano que se cuidó y Jude Law un verano que se descuidó

No hay comentarios:

Publicar un comentario