jueves, 14 de junio de 2012

Tommy Tune 1




Grand Hotel (Edmund Goulding, 1932) es la primera película de elenco multiestelar. Entre otros motivos se la recuerda por la magnífica sobreactuación de Greta Garbo. Su personaje, una famosa ballerina, al borde del agotamiento y con conflictos sentimentales irresueltos, of course, repite neuróticamente la frase con la que se asociaría siempre a Garbo: I want to be alone (quiero estar sola).

En 1989 se estrenaría en Broadway una versión musical del film, con libro de Luther Davis,  letra y música de Robert Wright y George Forrest. Debo confesar que esta versión no me entusiasmó demasiado. No le desconozco méritos, pero nunca me sedujo.

Sin embargo hay un número que me parece muy logrado. El barón Felix Von Gaigern (Brent Barrett, el alto) invita a Otto Kringelein (Michael Jeter, el petiso) a pasar una noche de juerga (We'll take a glass together). Otto está mortalmente enfermo y la noche sería su última. El ensamble de bailarines marca el ritmo, un staccato feroz. La coreografía de gran despliegue aeróbico marca también el inexorable paso del tiempo que se agota. Es alegre y tétrica a la vez, como debe ser, y el personaje de Otto despliega su patetismo y encanto.
La coreografía y dirección es de Tommy Tune.

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